Madrid, 14 mar (Prensa Latina) Guerra a la vista, parece ser el grito en los estadios de fútbol de España, donde hay poca tregua y una hostilidad creciente contra el Barcelona FC, a raíz del «Barçagate».
Hoy se suceden otra cascada de noticias. Las principales que el presidente de LaLiga, Javier Tebas, reconoce que se trata de la peor crisis de la historia del balompié en España, y el titular del Barcelona, Joan Laporta, alerta sobre una cacería de brujas.
Aunque el hecho de que finalmente el Real Madrid informara el domingo que se personará en el proceso judicial, como el Consejo Superior del Deporte (CSD) en España, crispa más el ambiente, de momento hay sólo toque de tambores.
Ramón Calderón, ex presidente del Real Madrid, defendió al Barça, al subrayar que «es fundamental respetar la presunción de inocencia siempre. Las especulaciones están fuera de lugar».
Empero, la situación tiende a complicarse en torno los pagos millonarios al exvicepresidente del Comité Técnico de Arbitraje (CTA) de España, José María Enriquez Negreira, por parte del Barcelona Fútbol Club.
De momento, todo queda en las acusaciones formulada por la Fiscalía de Barcelona. Algo sí está demostrado, los pagos millonarios a Negreira con sospechosos fines.
El pasado viernes, la Fiscalía acusó al Barcelona FC de presunta corrupción, administración fraudulenta y falsificación de documentos. Un juzgado deberá admitir si procede con la denuncia.
El escándalo, que lleva tres semanas, tocó fondo. Especialmente por los señalamientos directos a Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, dos antiguos mandamases de la escuadra azulgrana.
Hasta ahora, el Real Madrid era el único club de LaLiga de España, junto al propio Barcelona, que no se había pronunciado acerca de los pagos millonarios a Enríquez Negreira por los catalanes, con clara sospecha de que se hizo para amañar partidos.
Según la denuncia de la Fiscalía, presentada ante el Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, los atestados apuntan, además de Rosell y Bartomeu, a Negreira y los exdirectivos del club ûscar Grau y Albert Soler.
Los supuestos delitos son de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad documental.
El caso sigue siendo comparado con el caso de la Juventus de Turín, que debió renunciar a ingresos y títulos por malas prácticas que a todas luces favorecieron su racha triunfadora en el Calcio italiano.
Laporta, que hoy tuvo el espaldarazo del exjugador azulgrana Gerard Piqué, se mostró convencido de que el Barcelona sabrá limpiar su nombre, «y los sinvergüenzas y críticos tendrá que pedir perdón».